Fragmentos de ¨Tránsito de las horas¨ de Fernando Pessoa.
Traigo dentro de mi corazón, como en un cofre que no se pude cerrar de tan lleno, todos los sitios en los que he estado, todos los puertos a los que he arribado, todos los paisajes que he visto a través de las ventanas o portillas, o de cubiertas, soñando, y todo esto, que es tanto, es poco para lo que quiero.
Quiero ser siempre aquello con lo que simpatizo, siempre me convierto, más tarde o más temprano, en aquello con lo que simpatizo, sea una piedra o un ansia, sea una flor o una idea abstracta.
Obtenerlo todo por suficiencia divina- las vísperas, los consentimientos, los avisos, las cosas bellas de la vida- el talento, la virtud, la impunidad, la condición de pasajero, la conveniencia de embarcarse ya para tener sitio y falta siempre algo, un vaso, una brisa, una frase, y la vida duele cuanto más se goza y cuanto más se inventa.
Poder reír, reír, reír descaradamente, reír como un vaso que se derrama, absolutamente loco sólo porque siento.
Sentirlo todo de todas las maneras, tener todas las opiniones, ser siempre sincero contradiciéndome a cada instante, aborrecerse a sí mismo por la total libertad de espiritu y amar a las cosas como Dios.
Flip, by Garry Winogrand, NY.