De nuevo seducida por el estilo de Almodóvar en Abrazos rotos. La complejidad y sensualidad de sus personajes cotidianos y la dualidad narrativa de sus historias es única, elegante y excéntrica. Espacios coloridos y clásicos guardan un misterio al estilo de Alfred Hitchcook. Más que una historia de amor entre dos personas, Abrazos rotos es una historia de amor a la cinematografía, como lo son 8½ o Cinema Paradiso. Amor al filmar sin importar los contratiempos. Amor a cada uno de los que participan en la producción de un filme. Amor a la belleza icónica de sus personajes femeninos. El personaje de Lena, Penélope Cruz, representa su admiración por Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Catherine Deneuve en la magnífica Belle de Jour de Buñuel, y por Ingrid Bergman en Viaggio in Italia, de Rossellini, cuya escena resume el sentido del filme, Mateo y Lena viendo la película, abrazados, en su viaje a Lanzarote. Sin importar la tragedia por venir, siempre estará presente el cine. Reflexiva, inteligente y nostálgica. Me quedo con la maravillosa frase final: ¨Las películas hay que terminarlas, aunque sea a ciegas¨. Un regalo para quienes amamos el cine.
October 5, 2009
Seductivo Almodóvar
De nuevo seducida por el estilo de Almodóvar en Abrazos rotos. La complejidad y sensualidad de sus personajes cotidianos y la dualidad narrativa de sus historias es única, elegante y excéntrica. Espacios coloridos y clásicos guardan un misterio al estilo de Alfred Hitchcook. Más que una historia de amor entre dos personas, Abrazos rotos es una historia de amor a la cinematografía, como lo son 8½ o Cinema Paradiso. Amor al filmar sin importar los contratiempos. Amor a cada uno de los que participan en la producción de un filme. Amor a la belleza icónica de sus personajes femeninos. El personaje de Lena, Penélope Cruz, representa su admiración por Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Catherine Deneuve en la magnífica Belle de Jour de Buñuel, y por Ingrid Bergman en Viaggio in Italia, de Rossellini, cuya escena resume el sentido del filme, Mateo y Lena viendo la película, abrazados, en su viaje a Lanzarote. Sin importar la tragedia por venir, siempre estará presente el cine. Reflexiva, inteligente y nostálgica. Me quedo con la maravillosa frase final: ¨Las películas hay que terminarlas, aunque sea a ciegas¨. Un regalo para quienes amamos el cine.
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