February 26, 2010

de obsesiones no comprendidas

Las obsesiones son buenas, siempre y cuando estén bien enfocadas. Tenía un profesor, el cual solía decirnos que para ser buenos fotógrafos había que obsesionarse con un tema hasta el hartazgo. Volverse locos con él y seguirlo toda la vida.  Yo me lo tomé muy en serio y cada vez que alguien me dice que estoy un poco loca, saco a la luz la frase de éste conocido fotógrafo, si lo dijo él!

Después de la obsesión mayor de una vida, porque sigo creyendo que sin una obsesión la vida no tiene sabor, hay otras siguientes que enriquecen e inspiran. La primera vez que ví Apartamento, supe que estaba perdida, tenía que tenerla ya. Si, muchas veces la obsesión va acompañada de caprichos improvisados e ideas de desaparición definitiva si no reaccionas al instante. Son los efectos secundarios que no suelen contarse mucho y  pueden causar  un conflicto de no entendimiento en la persona acompañante.  Por eso prefiero ir sola cuando seguir obsesiones se trata. Una se entiende sola o por lo menos, pretende hacerlo.

Apartamento es una publicación binacional que explora de manera informal y casual los espacios interiores. Lo que me gusta es que lejos de ser una muestra de espacios fríos, superficiales e intactos, los editores de Apartamento apuestan por la cotinadiedad del momento y las personas. No hay una previa fabricación del espacio a retratar. Se acepta lo doblado, fuera de sitio y la luz natural. La fotografía y el diseño son excelentes, cálidas. No hay nada de pretencioso en ésta revista, por eso me gusta. Albert Folch y Omar Sosa son los diseñadores gráficos, trabajan y viven en Barcelona. Nacho Alegre, el fotógrafo, hace todas las tomas de manera analógica, porque considera que las imágenes del negativo tienen más alma. La mayoría de los fotógrafos que colaboran con ellos piensan igual, así que todas las fotografías son analógicas. Mejor aún. Unas fotos del último número:


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