Imposible permanecer inmune ante la tragedia en Haiti. Y como si se tratase de un binomio inalterable, de nuevo la catástrofe sobre el más vulnerable, no suficiente con el sufrimiento de un pueblo ignorado, sacudido por golpes militares, crisis institucionales, corrupción y el clasismo, donde el pueblo haitiano ha experimentado, de cierto modo, su propio apartheid. Lamentablemente es la tragedia lo que los ha vuelto visibles. Visibles en un estado anesteciado, desesperanzado e incrédulo, "¿Van a contar ustedes cómo estamos?", pregunta un joven a un periodista, "¿De verdad que lo van a contar? ¿o se irán de aquí en cuanto ya tengan suficientes fotos?" y crece la impotencia y tristeza de ver como han permanecido postergados por tanto tiempo, como la ayuda les parece desconocida.
Ninguna catástrofe es peor que otra, sin importar el número de víctimas o el territorio afectado, pero la de Haiti tiene ineherente una situación política y social hasta un par de días ignorada. Y es el olvido el que provoca la muerte más allá que la física. Con la tragedia se esparció al mundo el peor de los crímenes, el de la indiferencia y la deshumanización, hacia el país más pobre de América. Exiliados en su propio territorio.
Las imágenes son terroríficas, desgarradoras. No falta alguna fuera de contexto que convierten la desgracia en un vouyerismo vulgar e innecesario. Imagino la dificultad del fotógrafo de querer informar guardando la mesura, conteniendo la emoción. Pero hay que seguir informando, con respeto, y con la esperanza de que las imágenes provoquen la justicia, la conciencia y el humanismo que tanto necesitamos. Estas imágenes, difíciles de digerir, están fomentando el activismo y la ayuda, el compromiso moral que tenemos como seres humanos, porque no hay nada que justifique la desesperanza, la indiferencia y la ignorancia. Haiti necesita de todos, con justicia reclama su visibilidad, tristemente devuelta con la desgracia.
Two year old Redjeson Hausteen Claude reacts to his mother Daphnee Plaisin, after he is rescued from a collapsed home by Belgian and Spanish rescuers in the aftermath of the powerful earthquake in Port-au-Prince, Thursday, Jan. 14, 2010. A 7.0-magnitude earthquake struck Haiti Tuesday. (AP Photo/Gerald Herbert) Reginald Claude
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