Solía decir Florencio cuando alguién le reprochaba en broma el fumar un cigarrillo o beberse una cerveza de más. Aquel 11 de marzo Florencio iba en el tren. No regresó.
Han pasado cinco años desde el atentado en Atocha y es difícil dejar de sentir el escalofrío en el cuerpo al recordarlo. Un pequeño homenaje a cada una de las vidas robadas en aquel día. Vivirán por siempre en nuestros corazones.
Estos dibujos fueron hechos por niños musulmanes a pocos días del atentado. Con ellos expresaron su tristeza y temor a ser rechazados por su religión debido al atentado. ¨El Islam no mata, los demás tenemos buen corazón¨.
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